Tomar la temperatura a un gato puede ser una tarea intimidante para los dueños de gatos, pero con la ayuda adecuada no es tan complicado. En este artículo te explicaremos paso a paso cómo tomar la temperatura a un gato, qué equipo necesitas, los cuidados a tener en cuenta y cómo interpretar los resultados. ¡Descubre todos los secretos para mantener tu gato sano y feliz!
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Equipo necesario para tomar la temperatura a un gato
Tomar la temperatura a un gato es un procedimiento sencillo pero que requiere de un equipo básico para realizarse con éxito. Los dueños de gatos necesitarán un termómetro para humanos, una jeringa de plástico sin aguja, una crema para lubricar y una tijera para cortar el pelo de la zona donde se introducirá el termómetro.
Cómo tomar la temperatura a un gato paso a paso
- Calmar al gato. El primer paso es calmar al gato para que se sienta cómodo y seguro. Esto se puede lograr con caricias y palabras tranquilizadoras.
- Limpiar la zona. Utiliza una toalla limpia para limpiar la zona donde el gato tiene el ano, para reducir el riesgo de infección.
- Cortar el pelo. Los gatos tienen mucho pelo alrededor del ano, por lo que es necesario usar una tijera para cortar el pelo de la zona.
- Lubricar el termómetro. Usa una crema para lubricar el termómetro para que sea más fácil de introducir en el recto del gato.
- Insertar el termómetro. Introduce el termómetro lentamente en el recto del gato, con cuidado para evitar lesionarlo.
- Esperar el resultado. Una vez insertado el termómetro, espera entre 3 y 5 minutos a que el termómetro muestre la temperatura.
- Retirar el termómetro. Una vez que se haya obtenido el resultado, retira el termómetro suavemente para evitar lesionar al gato.
Cuidados a tener en cuenta al tomar la temperatura a un gato
Es muy importante tomar la temperatura al gato con cuidado. Primero, debe asegurarse de que el gato esté relajado antes de proceder. Luego, hay que lavar la zona con una toalla limpia para evitar infecciones. Después, para insertar el termómetro hay que usar una crema para lubricar para evitar lesiones. Por último, hay que retirar el termómetro con cuidado cuando se haya obtenido el resultado.
Interpretación de los resultados
Los resultados obtenidos se pueden interpretar de la siguiente manera: Temperaturas normales de los gatos están entre 38°C y 39°C. Si la temperatura del gato es mayor a 39°C hay que acudir al veterinario lo antes posible. Por otra parte, si la temperatura es menor a 38°C el gato puede estar enfermo y hay que llevarlo al veterinario para un chequeo inmediato.
Conclusión
Tomar la temperatura a un gato es una tarea sencilla que todos los dueños de gatos pueden realizar con el equipo y los conocimientos adecuados. Algunos cuidados básicos, un termómetro para humanos, una jeringa de plástico sin aguja, una crema para lubricar y una tijera pueden ser la clave para mantener a tu gato saludable. Recuerda consultar al veterinario si los resultados de la temperatura no son normales, para prevenir cualquier enfermedad que afecte a tu gato.