
Muchos gatos tienen la costumbre de lamerse el ano. Se trata de un hábito que, en ocasiones, responde a un mecanismo de higiene que permite al gato mantener su zona íntima impoluta. Sin embargo, si tu gato se lame excesivamente el trasero, es probable que sufra algún tipo de enfermedad que debe ser tratada lo antes posible. Si quieres saber por qué tu gato se chupa el ano, ¡sigue leyendo!
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¿Por qué mi gato se lame el ano?
Existen muchos motivos por los que un gato se lame el ano y la mayoría no revisten ningún tipo de gravedad. Si los lametones se producen de manera ocasional, simplemente ignora este gesto y réstale importancia. Sin embargo, si se lame muy a menudo o de manera compulsiva, es momento de indagar en la causa que produce esta reacción y recurrir al veterinario si es necesario. A continuación te explicamos los principales motivos por los que tu gato se chupa el ano.
Úlceras anales
La inflamación de las glándulas anales, entre otros motivos, pueden ocasionar úlceras muy molestas. En estos casos, los gatos suelen lamerse el trasero para aliviar el dolor. También es probable que se haya rascado en alguna superficie rugosa y se haya hecho una herida superficial que cause dicha reacción.
Parásitos internos
Los gatos son susceptibles de contraer parásitos intestinales, al igual que cualquier otro animal doméstico. En estos casos es muy probable que el gato trate de lamerse el ano en un intento por aliviar la quemazón que provocan los parásitos en el recto.
Para evitar que esto ocurra, te recomendamos que desparasites a tu gato de manera periódica, esto es, una vez cada tres meses. Si necesitas más información al respecto, no dudes en llamar a tu veterinario de confianza.
Prurito anal
El prurito anal es una afección dermatológica que causa picor en el ano. La intensidad de la picazón puede ser muy variable en función del momento del día y, especialmente, después de la defecación.
Si tu gato sufre prurito anal debes llevarlo al veterinario lo antes posible, ya que si se lame de manera compulsiva puede causar una mayor irritación, corriendo el riesgo de sufrir una infección anal.

Inflamación de las glándulas anales
Las glándulas anales son unos sacos que se sitúan en los laterales del ano y que tienen como objetivo lubricarlo durante el momento de la defecación. Se trata de un líquido que da muy mal olor pero que cumple una función fundamental a la hora de expulsar las heces.
Estos sacos deben ser vaciados cada cierto tiempo para evitar inflamaciones. Te recomendamos que visites a tu veterinario para que las vacíe de manera periódica o te explique como hacerlo.