Mi gato tiene mocos y respira mal: ¿por qué?

Que un gato tenga mocos y respire mal es algo muy común cuyas causas pueden llegar a ser muy variadas. Aunque en muchas ocasiones se trata de un síntoma ligado a una enfermedad respiratoria, lo más común es que, cuando existe moco, se trate de una rinitis infecciosa. En cualquier caso, no olvides visitar a tu veterinario para obtener más información. Continúa leyendo y descubre por qué tu gato tiene mocos y respira mal.

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Gripe felina

La gripe felina, también conocida como rinotraqueitis felina, consiste en una infección de las vías respiratorias causada por el virus del herpes felino tipo I. Se trata de una enfermedad común en gatos jóvenes (de entre 6 y 12 semanas), aunque puede presentarse en cualquier rango de edad.

Aunque muchos gatos se recuperan de la infección, siguen siendo portadores del virus, por lo que es fundamental controlar el contacto con otros animales. La gripe felina puede transmitirse a través de la saliva o las secreciones nasales u oculares.

Entre otros síntomas, los felinos que presentan la infección suelen tener fiebre, dificultades respiratorias, secreciones nasales y conjuntivitis. Si tu gato presenta alguno de estos síntomas, te recomendamos acudir al veterinario.

Rinotraqueitis felina

Se trata de una enfermedad que se manifiesta a través de rinitis, úlceras bucales e inflamación de la conjuntiva y que es provocada por el calicivirus felino o CVF. En los casos más graves, este virus puede provocar neumonía, siendo necesaria la intervención de un veterinario.

Si tu gato tiene muchos mocos y respira mal, es muy probable que sufra esta enfermedad, ya que es de muy fácil transmisión. Puede contagiarse a través de los diversos fluidos corporales, como la saliva, las lágrimas o los mocos, así como por contacto indirecto. Por ejemplo, si un gato sano utiliza el mismo bebedero de un gato infectado, es muy probable que resulte contagiado, ya que el virus puede sobrevivir hasta un mes fuera del organismo.

Infecciones fúngicas

Las infecciones causadas por hongos o levaduras pueden provocar que tu gato sufra dificultades en la respiración y secreciones nasales. Los sistemas inmunitarios deprimidos son más susceptibles de contraer este tipo de infecciones, ya que los hongos se aprovechan de los organismos debilitados.

Un sistema inmune comprometido puede ser causa de una mala alimentación, un incorrecto seguimiento del calendario de vacunas, el uso excesivo de antibióticos o la presencia de parásitos como las garrapatas o las pulgas.

El primer paso para tratar los hongos es mejorar su sistema inmune. Para ello, procura seguir las indicaciones de tu veterinario en materia de alimentación, vacunas y actividad física.

Pólipos nasales

Los pólipos son masas benignas que obstaculizan los conductos nasofaríngeos y que pueden ser ser síntoma de infecciones. Los gatos que tienen pólipos pueden presentar dificultades en la respiración y mocos, ya que estos obstaculizan el tránsito del aire y la descarga nasal.

En los casos más extremos, los pólipos requieren cirugía, por lo que es fundamental que, ante la mínima sospecha, visites a tu veterinario de confianza en busca de un diagnóstico preciso.

Tumores malignos

Al igual que en el punto anterior, los tumores pueden suponer un obstáculo en las vías respiratorias, lo que podría facilitar la presencia de mocos en las cavidades nasales. No obstante, la presencia de un tumor maligno es mucho más grave en sí misma que la dificultad en la respiración o las secreciones.

Los tumores malignos deben ser tratados a través de quimioterapia o radioterapia para evitar que se extiendan a otras partes del cuerpo. Los tumores más comunes en gatos son los sarcomas, linfomas y carcinomas.

Cuerpos extraños

Los gatos son animales curiosos a los que les encanta olisquear todo lo que encuentran a su paso. Es por ello muy probable que tu amigo felino haya aspirado algún cuerpo extraño y este se haya atascado en sus vías respiratorias. En estos casos puedes probar a sacarle con cuidado el objeto o, si no te ves capaz, recurrir a tu veterinario más cercano.

Esta información solo sirve para fines educativos e informativos. No debe ser utilizada como sustituto de consejo veterinario o profesional. Si su gato tiene algún problema de salud o comportamiento, consulte a su veterinario. No nos hacemos responsables por el mal uso de la información proporcionada en este artículo.
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