Como sabes, los gatos son animales muy independientes que tienden a complacer sus necesidades por delante de las de su dueño. Por este motivo, el adiestramiento de los gatos suele entrañar bastante complejidad si no aplicas el método adecuado. En los últimos tiempos se ha puesto de moda el refuerzo positivo; una filosofía de adiestramiento basado en la recompensa. Si quieres saber más sobre el refuerzo positivo en gatos, ¡sigue leyendo!
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¿En qué consiste el refuerzo positivo?
El refuerzo positivo es un método de adiestramiento que consiste en premiar a nuestro gato cada vez que obedezca una orden. La metodología se basa en el principio de que el gato tenderá a repetir las acciones por las cual se ve recompensado. Por ejemplo, si consigues que tu gato se siente tras pronunciar el comando sit, deberás premiarlo con una golosina o un trocito de carne. Después de repetir el proceso varias veces, tu minino terminará asociando el premio a la acción, por lo que terminará repitiéndola de manera sistemática. Cuando haya asimilado el aprendizaje, reducirás los premios de manera paulatina hasta eliminarlos completamente.
El refuerzo positivo ha desbancado a métodos más agresivos como el del castigo. De hecho, ha demostrado ser mucho el más efectivo de todos ellos. Se estima que los gatos aprenden a mayor velocidad y son más felices si empleamos el refuerzo positivo como sistema de aprendizaje.
¿Cómo llevar a cabo el refuerzo positivo?
Para que el refuerzo positivo llegue a buen puerto, debes armarte de paciencia. Y es que este sistema requiere de varias repeticiones para que tu gato capte el mensaje. En primer lugar, debes tener a mano un premio, ya sea una golosina, un trozo de salchicha, de pollo o de pavo. Después, debes forzar a tu gato a realizar una acción sin emplear el contacto físico. Por ejemplo, si quieres que se siente, sitúa el trozo de pienso con la mano sobre su hocico para obligarle a levantar la cabeza y a sentarse para estar más cómodo. En ese momento, pronuncia un comando como sit y repite el proceso varias veces.
Cuando hayas conseguido completar el adiestramiento, tu gato deberá haber asociado el comando sit a la orden de sentarse. Con el tiempo, reduce los premios paulatinamente hasta eliminarlos completamente. A partir de ese momento, tu gato habrá aprendido a sentarse gracias al refuerzo positivo.
¿Por qué utilizar el refuerzo positivo?
Este sistema de aprendizaje ha demostrado que no es necesario castigar a un gato para que aprenda a obedecer una orden. De hecho, este método ha demostrado ser más efectivo que el refuerzo negativo y se obtienen resultados mucho más rápido. Además, el refuerzo positivo le ayuda a estimular su mente y a fortalecer el vínculo entre mascota y tutor.